Cáncer de pulmón: pruebas después del diagnóstico

Después del diagnóstico de cáncer de pulmón, tendrá que hacerse más pruebas. Estas pruebas permiten a los proveedores de atención médica obtener más información sobre el cáncer. Y permiten determinar si el cáncer se propagó a zonas cercanas o a otras partes del cuerpo. Los resultados permiten a los proveedores de atención médica decidir cuáles son las mejores maneras de tratar el cáncer. Hable con el equipo de atención médica si tiene alguna pregunta sobre estas u otras pruebas.

Las pruebas que podría necesitar incluyen lo siguiente:

  • Análisis de laboratorio de biopsias o de muestras quirúrgicas

  • Tomografía computarizada

  • Resonancia magnética

  • Tomografía por emisión de positrones (TEP)

  • Gammagrafía ósea

  • Ecografía endobronquial o esofágica

  • Mediastinoscopia o mediastinotomia

  • Biopsia de la médula ósea

Análisis de laboratorio de biopsias o de muestras quirúrgicas

A menudo, el cáncer de pulmón se diagnostica mediante la extirpación de un trozo pequeño (muestra) del tumor durante una biopsia. Y se hacen pruebas para averiguar qué tipo de cáncer de pulmón es.

Si se diagnostica cáncer de pulmón de células no pequeñas, pueden hacerse análisis de laboratorio especiales con las muestras de la biopsia. Estos análisis se hacen para ver si las células cancerosas presentan determinados cambios genéticos (mutaciones) que hacen que el cáncer crezca y se propague. Esto se conoce como análisis molecular. Gracias a ellos, el proveedor de atención médica puede saber si la terapia dirigida o la inmunoterapia serán eficaces para tratar el cáncer.

Pruebas de diagnóstico por imágenes para ver si el cáncer se propagó

Tomografía computarizada

En una tomografía computarizada, se usan radiografías para explorar una parte del cuerpo, como el tórax o el abdomen, y generar imágenes detalladas del interior del cuerpo. Con estas imágenes, el proveedor de atención médica puede observar en qué parte del tórax está el cáncer. También se observa si el cáncer se propagó a los ganglios linfáticos cercanos o a otros órganos cerca del tumor. 

Resonancia magnética

En la resonancia magnética, se utilizan imanes, ondas de radio y una computadora para generar imágenes detalladas del interior del cuerpo. Se puede usar para verificar si el cáncer se propagó a los huesos o al cerebro. Si es así, en la resonancia magnética se puede ver el tamaño del tumor y cuánto se propagó. A veces, se administra en la sangre un medio de contraste antes de la exploración. El medio de contraste permite obtener imágenes más claras.

Tomografía por emisión de positrones

La tomografía por emisión de positrones permite al proveedor de atención médica verificar si una zona anormal observada en una tomografía computarizada o en otra prueba de diagnóstico por imágenes es cáncer. Antes de la exploración, un azúcar radiactivo se inyecta en la sangre. El azúcar radiactivo se acumula en células muy activas, como las células cancerosas. En la prueba, se puede ver en qué parte del cuerpo se encuentra el azúcar radiactivo.

Con la tomografía por emisión de positrones se examina todo el cuerpo. Por eso, con frecuencia se usa esta prueba para ver si el cáncer se propagó a los ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo. Es una prueba muy útil si el proveedor considera que el cáncer se propagó, pero no sabe dónde. La imagen no es tan detallada como la de una tomografía computarizada, por eso la tomografía por emisión de positrones suele hacerse en conjunto con una tomografía computarizada para buscar tumores. 

Gammagrafía ósea

Esta prueba es muy similar a la tomografía por emisión de positrones. Pero se usa una sustancia radiactiva diferente que se acumula en las zonas donde hay cambios en los huesos. Eso puede ser un signo de que el cáncer se propagó a esa zona. Con la gammagrafía ósea se estudia todo el esqueleto. Se hace, sobre todo, cuando el proveedor de atención médica cree que el cáncer se propagó a los huesos, pero las otras pruebas no son claras. Si ya se hizo una tomografía por emisión de positrones, la gammagrafía ósea no suele ser necesaria. Esto es porque las dos pruebas tienden a mostrar lo mismo.

Procedimientos para ver si el cáncer se propagó 

Ecografía endobronquial o esofágica

Estas pruebas se hacen para buscar un cáncer que se propagó a los ganglios linfáticos u otros problemas en la zona que se encuentra entre los pulmones. Esta zona, que se encuentra debajo del esternón, se llama mediastino.

Le darán un medicamento o anestesia para que esté cómodo. Para hacer la ecografía endobronquial, se usa un tubo largo, fino y con luz (broncoscopio). Se introduce por la boca o la nariz hasta la tráquea. El broncoscopio tiene un transductor ultrasónico en la punta. El transductor emite ondas sonoras y capta los ecos cuando rebotan en los tejidos del cuerpo. Con una computadora, se transforman los ecos en imágenes que pueden verse en una pantalla. El transductor se puede orientar en distintas direcciones para observar los ganglios linfáticos y otras estructuras del mediastino. Si el proveedor de atención médica ve zonas anormales, como ganglios linfáticos agrandados, se puede pasar una aguja hueca a través del endoscopio para obtener muestras de biopsia de esas zonas. Luego, las muestras se envían a un laboratorio para su análisis.

Si no es posible llegar a la zona requerida con la ecografía endobronquial, se hace una ecografía esofágica. En esta prueba, el endoscopio se introduce por el conducto que usamos para tragar (esófago), en lugar de por la tráquea. También puede usarse para ver los ganglios linfáticos en el mediastino.

Mediastinoscopia o mediastinotomia

Estas pruebas también pueden usarse para ver los ganglios linfáticos que se encuentran entre los pulmones (en el mediastino) y para hacer biopsias. Con una prueba de diagnóstico por imágenes, como la tomografía computarizada, es posible ver ganglios linfáticos agrandados. Pero se debe hacer una biopsia para detectar si tienen cáncer. 

Un cirujano se encarga de estas pruebas. Le pondrán anestesia para que duerma y no sienta dolor. Se hace un corte pequeño en la parte delantera del cuello para la mediastinoscopia. Para la mediastinotomia, se hace un corte pequeño en el pecho, entre las costillas. A través del corte, se introduce un endoscopio fino con una luz que tiene una cámara pequeña en el extremo. Así se pueden ver los ganglios linfáticos debajo del esternón, en el medio del tórax. Pueden introducirse instrumentos diminutos a través del endoscopio para extirpar tejido. El tejido extirpado se envía a un laboratorio para que lo analicen en busca de cáncer.

Biopsia de la médula ósea

Esta prueba es poco frecuente. Pero puede ser necesaria si el proveedor de atención médica quiere ver si el cáncer se propagó a la médula ósea. La médula ósea es un líquido espeso y esponjoso que se encuentra en el centro de algunos huesos. Esta biopsia se hace introduciendo una aguja gruesa a través de la piel hasta la parte posterior del hueso de la cadera. Primero, se adormecen la piel y el hueso.

Colabore con el proveedor de atención médica

El proveedor de atención médica hablará con usted acerca de las pruebas que tenga que hacerse. Asegúrese de prepararse para las pruebas según las instrucciones que recibió. Hable sobre cualquier preocupación o pregunta que tenga.

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